El Sol de Vida

Santiago Rojas Posada

Médico, conferencista y escritor experto en crecimiento personal 

@santiagorojasp

Durante las 2 primeras horas desde la salida del sol, cuando nuestra sombra proyectada es de mayor tamaño que nuestro propio cuerpo, es un momento ideal para lograr exponernos al sol, dado que al hacerlo se activa la producción de serotonina, lo que influye en un buen estado de ánimo y actúa como un antidepresivo natural. 

Además, favorece la producción de NAD (nicotinamida adenina dinucleótido), esencial en el metabolismo del cuerpo, dando energía y vitalidad al tiempo que desacelera el envejecimiento, efecto que no logran los medicamentos. 

A estas horas, la acción del infrarrojo cercano produce un efecto anti inflamatorio a nuestro organismo, pero también favorece procesos de desintoxicación y liberación de melatonina (la hormona del sueño) en las mitocondrias (las fuentes de energía de todas nuestras células) como un gran antioxidante. 

Como si fuera poco, nuestro emisor de luz en el sistema solar genera óxido nítrico en venas y arterias, esencial para mantener una sana presión arterial y una buena salud cardiaca entre otros beneficios, algo que los hombres necesitamos también a otros niveles como nos lo muestra el sildenafilo (viagra), que causa la liberación del mismísimo óxido nítrico en el órgano masculino para la intimidad. 

La conocida vitamina D, indispensable para la salud ósea e inmunológica, depende de su exposición de manera directa sobre la piel descubierta, no a través de vidrio, sin embargo, al medio día es esencial cubrir con sombreros, mejor que gorras o viseras, además del uso de bloqueador para la piel del rostro, dejando por solo unos 10 a 20 minutos otras áreas del cuerpo como brazos o piernas descubiertos. 

Lo negativo de la exposición está relacionado con las quemaduras solares, que se asocian no solo a manchas y envejecimiento prematuro, sino a diversos tipos de cáncer de piel. 

Así que lo ideal es evitar las lesiones generadas por sobre exposición sin protección en las horas donde tu sombra proyectada es de menor tamaño que tu cuerpo, lo cual ocurre desde la media mañana hasta la media tarde, siendo mayor el problema cuando la sombra es muy pequeña, como ocurre hacia los horarios del mediodía, donde es mejor que uses ropa cubriendo tu piel y sombrero, intentando solo permanecer por cortos periodos.

También es posible que las personas que viven sin exposición al sol en las ciudades de manera cotidiana, frecuentemente en época de vacaciones se vayan a la playa o al campo por pocos días, llegando a exponerse sin protección adecuada por muchas horas durante varios días seguidos. 

Lo anterior es lo que siempre se ha de evitar, pues dicha sobre exposición es la que en realidad genera quemaduras con graves efectos a corto y largo plazo. Sin embargo, la exposición temprana y diaria, incluso acompañada de prácticas de saludo al sol -como el yoga namaskar-, son seguras y muy saludables. 

Así que no le huyas al sol. Sal a su encuentro cada día sabiendo
los momentos ideales con la precaución y protección debidas, respetando tu tipo de piel y adaptándote a la zona donde vives. Exponerse al sol adecuadamente es fuente de salud y bienestar.

Aprovéchalo, así pondrás en práctica ese famoso refrán: “al que madruga, Dios le ayuda”, mediante el regalo de una sana y cálida fuente de vida.