El Hobby de mi vida, Pesca Deportiva

TERCERA PARTE

Juan Dario Alviar Rueda

PESCA DEPORTIVA

¿Cuándo inició tu gusto por la pesca?
Mi primer contacto con esta pasión que adoro fue a los 7 años cuando mis padres me llevaban de vacaciones a Santa Marta. Recuerdo que me iba al muelle con otros niños donde aprendí a pescar con nylon de mano, plomada y carnada. Después de terminar mis estudios como cirujano plástico volví a radicarme en Bucaramanga, entonces, con un amigo retomé la pesca de una manera más profesional hace 14 años.

¿Qué tiempo le dedicas a este hobby?
Procuro salir uno o dos fines de semana a distintos lugares, principalmente a la represa de Topocoro, Casa de Campo, el páramo de Berlín, entre otros. Además, dos o tres veces al año organizamos una semana para salir al mar y o al llano.

¿Cómo logras combinarlo con tu actividad profesional?
Es complejo, ya que mi profesión demanda mucho tiempo y dedicación, pero creo que no todo en la vida debe ser trabajo y dinero. Es importante disfrutar en familia los momentos de esparcimiento, relajación, tranquilidad y descanso. Este hobby me permite tener todo eso al estar en contacto profundo con la naturaleza, en lugares vírgenes con una riqueza incomparable.

¿Qué sensaciones te deja y qué le aporta a tu vida?
Cada pesca es una nueva aventura, es enfrentarse a lo desconocido, desarrollando la paciencia y el sentido de alerta para poder reaccionar de forma precisa en el momento que se da la captura del animal de gran tamaño. Es sobreponerse rápidamente a los fracasos, a las condiciones climáticas, y continuar con perseverancia y resiliencia hasta alcanzar la victoria.

Estas competencias son extrapolables a mi profesión, donde se requiere extrema cautela, paciencia y mucha destreza para poder intervenir a un paciente y lograr que su cirugía y los resultados sean exitosos.

Un momento único e inolvidable…
En el año 2021, después de no poder ir a pescar debido a la pandemia, decidí llevar a mi hijo Juan Nicolás de 11 años, por primera vez a una aventura en el río Tomo en el departamento de Vichada. Vivir esta experiencia juntos fue increíble, ver su felicidad al capturar los peces, y aún más, al liberarlos. Observar cómo se iba enamorando de la naturaleza superando todos los retos que impone cada día es lo más hermoso que me ha dejado esta pasión.
Poder inculcarle a un hijo principios como la paciencia, la perseverancia y la lucha por conseguir sus objetivos no tiene precio.