Conversaciones Bogotá Fashion Week: la moda, las técnicas ancestrales y el lujo

La historia de la marca Verdi ocupó el foco sobre el desarrollo artesanal en este conversatorio, pues sus mochilas se han convertido en tradición, así como en una forma para Tomás Vera de honrar a su padre. Un hombre que en los años 90 creó el primer tapete inspirado en el tatami, pavimento tradicional de las habitaciones japonesas, y se distinguió por utilizar costales de café, látex y cuero.

Decidió acabar con su imperio en 2007 y al morir, su hijo Tomás continuó con el negocio familiar incorporando otros materiales como el metal, un elemento célebre del cual se desplegarían colaboraciones con diseñadores como Johana Ortiz o la aparición de la reina Letizia de España llevando uno de estos ejemplares.

De acuerdo con Vera, las mochilas no eran más que una herramienta de marketing hasta que se convirtieron por sí solas en una pieza de lujo y poco a poco han podido mantenerse con diseños hechos 100% a mano.

Junto a la empresaria, influenciadora y ahora directora de moda, Ana Beliza Mercado Brun, las palabras se dirigieron en un primer momento a contar sus experiencias vividas con este producto en los países europeos. Donde si bien las personas se sienten cómodas usando colores tenues, una vez se encuentran con un diseño Verdi se acercan a preguntar por su precio y donde pueden adquirirlo. “Cuando asisto a semanas de la moda yo no puedo llegar y decirles ´hola, tengo un tapete Verdi en mi casa, lo amo, es lo máximo`, pero la mochila si puedo llevarla y resulta ser un objeto maravilloso”, explica Ana.

Los hilos metalizados en crochet y otras técnicas se mostraron al público en 2015, una época en la cual la marca no podía pagar publicidad. Sin embargo, la relación entre esta pieza y los espacios creados por Verdi, enfocados al diseño de interiores, fueron un portavoz entre los expertos de arte y moda. “Uno de los clientes más grandes que tenemos ahora mismo en México de tapetes viene de una persona en común que nos conoció por los bolsos”, comentó el fundador con Pilar Castaño, quien agregó que, además de ser un accesorio primeramente masculino, este bolso tiene un arraigo y una simbología muy fuerte a nivel cultural.

La reinvención de la mochila les ha dado la libertad de ser una marca sostenible que construye el futuro a partir de iniciativas que logran identificar fuertemente su identidad de marca más allá del trabajo ancestral. Desde el apoyo a la comunidad LGBTQ+ con un bolso de arcoíris, hasta las manifestaciones en contra de la deforestación en la Amazonía.