Entrevista por José Fernando Yepes
¿Quién es Papá Jaime?
Soy una persona descomplicada y profundamente conectada con la naturaleza. Me encanta la gente y poder compartir lo que he aprendido, siendo coherente con lo que pienso, siento y hago, lo cual me ha permitido generar un impacto positivo en quienes me rodean.
¿Dónde nace su pasión por servir?
Desde pequeño siempre tuve una profunda empatía por quienes más lo necesitan, algo que, en gran parte aprendí de mi familia. Mi madre ayudaba constantemente, tanto en un ancianato como a las personas de la finca donde vivíamos, y mi padre también tenía un espíritu generoso. Creo que esas experiencias marcaron mi vida, sin embargo, estoy convencido de que esto no es exclusivo.
Muchas personas creen que soy especial pero la verdad es que todos tenemos ese sentimiento que reside en nuestro interior, solo hay que descubrirlo y dejarlo florecer. Mi misión es ayudar a las personas a conectar con su fuerza interior para que visualicen sus sueños, encuentren el camino para lograrlos y, una vez alcanzados, compartan esa dicha con los demás. Es en ese compartir donde el liderazgo trasciende, se vuelve dinámico y deja una huella en el mundo.
Qué cosas disfruta de nuestra tierra…
Me encanta Santander, su gente y su comida. Cada mañana me levanto muy temprano para subir a cualquier montaña y disfrutar los paisajes impresionantes, los aromas y el clima delicioso que tienen ustedes. En cada viaje me siento agradecido de poder conectarme con este lugar tan especial.
¿Cuál ha sido el mejor consejo que ha recibido?
Recuerdo mucho una enseñanza de mi abuelo. De niño yo era muy travieso y siempre estaba castigado o en problemas, por eso los compañeros me criticaban diciendo que yo parecía un loco y eso me daba rabia. Entonces, un día que llegué del colegio muy molesto por esa situación, mi abuelo me dijo: “la gente te vuelve loco todo el tiempo con sus juicios, por eso, lo más importante es no dejarse influenciar por lo que otros piensen de ti. Lo esencial es lo que tú te dices a ti mismo y lo que eliges para tu vida”.
¿Cómo es Jaime Jaramillo en familia con sus nietos?
Los nietos son la prolongación de la vida. Esa es la esencia de tener un nieto: ser su guía y acompañante. Siempre busco inspirarlos a encontrar el amor por lo que hacen y vivir aventuras fantásticas en la naturaleza como ordeñar una vaca, navegar o hacer una fogata, actividades que nos conectan profundamente con el entorno.
Muchas personas piensan que usted es vegetariano…
Como soy yogui y meditador la gente asume que sigo una dieta vegetariana, pero la verdad es que no tengo ninguna restricción alimenticia. Como lo que me pongan sin límites. Una de mis comidas favoritas es la arepa santandereana con carne oreada.
Jaime Eduardo Jaramillo,
“Papá Jaime”, es reconocido por su labor
social y su contribución a la paz mundial.
Sus enseñanzas han inspirado
cambios extraordinarios
en muchos seres humanos.
El creador de la Fundación Niños
de los Andes fue invitado por
la Fundación Club Campestre
para compartir durante dos días
su filosofía de vida.
¿Qué libros recomienda para crecer espiritualmente?
Recomiendo leer “Te amo, pero soy feliz sin ti”, que aborda de manera sencilla la dependencia emocional y cómo dejar de depositar nuestra felicidad en los demás. También está el libro “Perdono, pero no olvido”, cuya lectura ayuda a liberar resentimientos y rencores, permitiendo el perdón genuino. Otro libro poderoso es “Los hijos de la oscuridad”. Todos estos libros son de mi autoría.
¿Dónde radica la influencia de su sabiduría?
Desde muy pequeño me he sentido atraído por la filosofía oriental. He estado casado con la meditación, el yoga y la sanación interior por más de 50 años enfocándome en el trabajo interior. Sin embargo, siempre mantengo un balance perfecto entre lo oriental y lo occidental, entre el desapego y el apego total. Creo firmemente que todo en la vida es equilibrio, no se trata de irse a los extremos, sino de encontrar el punto medio que nos permite vivir con armonía.
¿Cómo se ha sentido en el Club Campestre?
El hotel me fascina, al igual que el campo de golf. La verdad es que de todos los campos de golf de Colombia uno de mis favoritos es el del Club Campestre de Bucaramanga. Claro que no soy jugador de golf, pero si disfruto trotar en medio de ese bello entorno natural. Pero lo que más valoro es la gente, el personal es increíblemente amoroso, servicial y siempre dispuesto para hacerte sentir bien.
¿Qué deportes practica?
Me gustan los deportes activos como el parapente, el buceo o la escalada. No se trata de riesgo sino de conexión con los elementos. Cuando estás en el fondo del mar buceando, no hay riesgo real, es más bien una armonización con el entorno. Al final, el verdadero riesgo no siempre está donde pensamos, y muchos deportes son más seguros de lo que parecen.
Una enseñanza para la vida…
Nunca, pero nunca, dejen de soñar. Pongan alas a su imaginación y creatividad, pero también asegúrense de contar con un buen tren de aterrizaje de acción inmediata para alcanzar esos sueños. Porque un sueño sin realizar se convierte en una pesadilla o en una cadena que te atrapa para volverse una frustración constante.