Este coctel nació hacia 1925 en el Hotel Ritz de París y se asegura que fue creado por el bartender francés, Frank Meier, aunque es bien sabido que la costumbre de mezclar vinos con frutas es más antigua, particularmente en España. Su nombre se deriva de la flor de la planta mimosa (conocida popularmente como adormidera) originaria de la selva tropical.
La preparación es bien fácil. Basta
mezclar dos partes iguales de champaña
o un vino espumoso proseco con jugo de
naranja y servir en una copa tipo flauta.
Puedes agregar fruta picada si lo deseas.
Cuidado, nunca cometas el pecadillo de
agregar hielo.