El creador de mundos mágicos que retratan mujeres, caballitos y castillos en pinturas y esculturas brillantes estuvo en el Club Campestre visitando su nueva obra que se exhibe junto al Salón Fundadores.
¿Qué cambios has experimentado en tu vida y cómo se reflejan en tu producción?
Digamos que antes estaba en un estado de confort sin darle mucha trascendencia a las cosas. A partir del nacimiento de mi hija María José, me he vuelvo más consciente de mi rol como padre y como artista. Puedo decir que mi obra se ha ennoblecido por el hecho de compartirla ahora con un ser que amo profundamente. Entonces, las mujeres empezaron a verse con más nobleza y con más amor en mis obras y eso se refleja en los detalles y el color.
¿Qué importancia le das a la escultura frente a la pintura?
Mis esculturas siempre han sido el reflejo de mi obra pictórica como una consecuencia natural, como si la pintura me hablara y quisiera salirse del lienzo para manifestarse en volumen.
Por eso mis esculturas están relacionadas con mis pinturas y se retroalimentan de ellas, aunque no niego que ahora estoy tentado a crear esculturas sin que necesariamente estén inspiradas en alguno mis cuadros.
¿Has contemplado la posibilidad de escribir?
Es una buena pregunta, porque en mi familia hay literatos como Ramiro y Antonio Lagos, dueños de una producción poética impresionante. He escrito algunos cuentos y los estoy ilustrando para dar pie a una nueva serie de pinturas, donde las historias se convierten en imágenes.
El cuadro “La niña Majo” pertenece a esa serie…
Esta obra es transicional porque desde allí empecé a dejar atrás los mundos que he creado, donde está presente la magia de personajes y animales que habitan en un orden tranquilo y noble. Ahora estoy dando ese salto para plasmar mis cuentos, que son retazos o viñetas de historias que están por contarse.
¿Dónde reside la esencia de Saldaña?
En el trópico, el leopardo, los peces, el río. Yo soy de Bucaramanga pero crecí en Barrancabermeja, por eso el río Magdalena con todas sus costumbres y sus gentes tiene mucha fuerza en mi obra
¿Hay planes para exponer?
Cada vez es más difícil exponer porque he llegado a una etapa donde te vuelves selectivo y sin el afán de estar apareciendo o mostrándose en uno u otro lugar. Más adelante pueden darse las condiciones para presentar una colección basada en mis cuentos.
¿Cuál es la mejor hora del día para pintar?
Puedo decir que los dos momentos especiales para un artista son el amanecer y el atardecer.
¿Qué sentimientos quieres despertar con tu arte?
Tengo claro que una obra no finaliza hasta cuando el espectador la ve y emite su propio concepto. Por eso aspiro que mis trabajos generen sensaciones que tienen que ver con paz y felicidad. Me interesa mucho el concepto de luz y color para transmitirle a las personas la idea de que vale la pena estar aquí, viendo nuevos mundos, concibiendo las cosas desde otro punto de vista; sin dramatismos, sin oscuridades y sin acudir al desgarramiento de una figura o de un concepto que resulte molesto.