Partners Por Siempre: José Murillo y Alejandro Murillo Fonseca

El amor por el deporte es uno de los mejores legados de un padre a sus hijos. El vínculo de la práctica en conjunto es único, irremplazable y tan fuerte, que conlleva una gran responsabilidad, pues el ejemplo, actitud y comportamiento del adulto siempre va a influir de forma significativa en la vida de los menores, en el desarrollo de su personalidad y, sobre todo, en la creación y cuidado de hábitos que mantendrán por siempre.

A raíz de la pandemia, empezaron a jugar tenis juntos y a cultivar la pasión por un deporte que los une. José disfruta ser partner de su hijo porque se animan mutuamente aunque el marcador no les favorezca, pues ambos son muy controlados. 

Claro que ahora es mucho más paciente con su hijo, pero sin perder cierto nivel de exigencia para que logre su máximo desempeño siempre produciéndole confianza.

Por su parte, Alejandro ha ido aprendiendo de su padre y del deporte varias lecciones que le servirán por el resto de su vida, además, asegura que esta experiencia los ha llevado a

entenderse más y trabajar en equipo. Admira la pasión de su padre por el juego, así como su golpe de volea. 

Como equipo han competido en varios torneos de dobles en categoría tercera, así como en el torneo padres e hijos del Club Campestre, obteniendo un subtítulo y dos campeonatos, experiencias que aseguran son divertidas y van a recordar toda la vida. 

Felizmente para ambos el deporte los ha unido más, los hace sentir cómodos y continúan aprendiendo el uno del otro a través del tiempo, por eso forman un equipo difícil de vencer. Ambos disfrutan los videojuegos y jugar fútbol.