“De manera simple podemos decir que las personas abordan cada día de la vida de dos posibles maneras, en modo turista o en modo ejecutivo”.
El “modo turista”, es un estado ideal de la vida, donde se tiene una relación con el tiempo y el espacio de una manera particular que favorece disfrutar en mayor grado cada experiencia y momento, al tiempo que disminuye la tensión y la fatiga a diferente nivel.
Esta actitud con que se asume lo que está ocurriendo, baja en grado importante los efectos negativos del estrés, al tiempo que produce una mayor vitalidad, pues hay menos desgaste y mayor renovación, alcanzando genuina alegría.
Es fácil mantenerse en este estado durante los viajes en la temporada de vacaciones, donde no hay horarios rígidos, los lugares visitados se ven novedosos, se descansa mucho más y los contratiempos presentados suelen ser resueltos sin mayor molestia o confrontación.
Incluso si recorriendo el lugar se sale de la ruta preestablecida, el extravío se convierte en ganancia al valorarse como una oportunidad de conocer otros lugares no presupuestados y tener diferentes tipos de aventuras creativas.
Claro está que hay algunos que no logran sintonizarse con este estado natural, lo que hace que aborden el viaje únicamente en “modo ejecutivo”, manteniendo la prisa, premura, tensión y demás características de su vida cotidiana, lo que les impide en realidad sacar el beneficio del periodo de vida que tienen en ese momento, con todas sus oportunidades.
Suelen permanecer molestos, perturbados y ansiosos, transmitiendo su estado a todos los que se encuentren en su camino. Al final de su día están fatigados y molestos al no haber alcanzado la sana actitud que aporta el “modo turista” para afrontar circunstancias de la vida.
Se sabe por diversas investigaciones modernas que para alcanzar bienestar y momentos de felicidad perdurables, es más importante vivir intensamente experiencias gratificantes que adquirir objetos materiales, sin importar su cuantía.
Estos objetos luego de pocas semanas dejan de ser tan estimulantes del buen ánimo, mientras que los recuerdos de las vivencias favorables se reactivan en otros momentos como impulsos de alegría de mayor duración, que además de agradables, aportan salud y le dan sentido a la vida.
Esto ocurre porque se vuelve a activar ese estado ideal de “modo turista”, donde vivimos con “wifi” sin gastar nuestro plan de datos, ampliando la cobertura al mejorar la conexión con todos y todo de manera intensa y profunda. Dicho de otra manera, nos recargamos de todo lo que percibimos y hacemos y no nos desgastamos en el esfuerzo tensionante de alcanzar las metas propuestas.
No estoy desconociendo ni rechazando el “modo ejecutivo” que suele ser el modelo empleado para alcanzar las metas laborales y profesionales, sino invitando a que cada día nos demos el regalo, por momentos, ojalá muchos momentos, de activar el “modo turista” sin tener que esperar a que sean vacaciones ni fines de semana.
Así cada día será renovador, motivante y divertido. Es una posibilidad que está siempre al alcance de todos, es solo cuestión de actitud.
¡¡Buen viaje en tu nuevo día!!
Santiago Rojas Posada
Médico, conferencista y escritor Experto en crecimiento personal
@santiagorojasp