Cuando buscamos mejorar el rendimiento físico se deben considerar todos los factores que influyen, uno de ellos es el sueño. Los estudios demuestran que dormir menos de 6 a 8 horas es un factor de riesgo de obesidad o diabetes, por lo tanto, mantener una óptima cantidad y calidad de sueño es esencial para la salud. La Organización Mundial de la Salud establece que un adulto debe dormir entre 7 y 8 horas para mantener un buen estado físico, emocional y mental. El sueño es considerado un pilar básico para quienes practican ejercicio físico y un factor diferencial del rendimiento. Un deportista con buenos niveles de descanso aumenta su capacidad de entrenar, mejora su estado de ánimo e incrementa su motivación y coordinación ya que las actividades psicomotrices se ejecutan mejor si el cerebro ha descansado.
El sueño ayuda a mantener un peso saludable, cuando el cuerpo descansa gasta mejor la energía acumulada en forma de grasa. Si no hay un descanso adecuado se es propenso a comer de más, sobretodo alimentos altos en azúcar y grasa.
El sueño favorece la regeneración celular pues la piel también descansa y las células se regeneran y oxigenan con mayor facilidad. También el cuerpo controla mejor los niveles de azúcar en la sangre y el sistema inmunitario funciona mejor. Otro beneficio es el control de enfermedades como hipertensión y diabetes, ya que la falta de sueño eleva la producción de cortisol.
El descanso apropiado cuida su corazón pues durante el sueño desciende la frecuencia cardíaca lo que favorece la reparación de las células coronarias y los tejidos. También mejora la capacidad intelectual ya que el cerebro debe desconectarse varias horas para procesar toda la información que acumuló durante el día.
Recomendaciones para conciliar el sueño rápidamente y descansar mejor
1. Respete las horas y los horarios de sueño. Recuerde que la recomendación de los expertos y de la OMS, es no menos de 6 pero no más de 8 horas. Trate de acostarse y levantarse a la misma hora todos los días y que la diferencia no sea superior a una hora respecto de los fines de semana.
2. Si no se duerme después de 20 minutos, baje de la cama y realice alguna actividad que lo relaje.
3. No se vaya a la cama con hambre ni sintiéndose lleno. Evite las comidas pesadas y abundantes al menos tres horas antes de acostarse.
4. La cafeína, nicotina y el alcohol también condicionan la calidad del sueño. Los efectos de la cafeína y la nicotina pueden tardar algunas horas en desaparecer y aunque el consumo de alcohol provoque somnolencia más tarde puede influir de manera negativa.
5. Tenga un entorno relajado, una habitación fresca, oscura y en silencio. Evitar el uso de pantallas que emitan luz puede ayudar.
6. Ponga un limite a las siestas durante el día. Si duerme una siesta procure que no dure más de 30 minutos y que no sea en las últimas horas de la tarde.
7. Evíte el exceso de actividad física en la noche.
8. Intente resolver sus preocupaciones o dudas antes de irse a la cama. Tome nota y déjelo para el día siguiente.
9. Aprenda a regular la hidratación. Beba suficiente agua para no sentirse sediento mientras duerme pero procure que no sea muy tarde para evitar la necesidad de ir al baño.
Por: Fernanda Ariza
Coordinadora Gym Club Campestre de Bucaramanga