Es un hecho. Muchos padres han encontrado en los dispositivos tecnológicos un aliado para el entretenimiento de sus hijos pequeños; algunos de ellos a la edad de 3 años ya tienen una tableta y pasan buena parte de su tiempo frente a una pantalla. ¿Cómo deben las familias afrontar este nuevo panorama digital?
Los juegos de barrio, montar en bicicleta y en patines por la cuadra, y todas aquellas actividades tan propias de la niñez que están en el imaginario de las generaciones que las vivieron, se ven hoy con mayor frecuencia reemplazadas por la televisión, las tabletas, los videojuegos, el Internet, los teléfonos móviles y otras tecnologías que disminuyen considerablemente la actividad motora en los niños, pero que a su vez, les permite abrir una ventana al conocimiento en diversos temas. Este tema ha puesto en la agenda el debate sobre cómo deben los padres afrontar correctamente esta realidad inminente.
No es fácil porque muchos estudios han arrojado distintas perspectivas sobre la influencia de la tecnología en niños y jóvenes. De acuerdo a Lisa Guernsey, directora de tecnologías de aprendizaje de la fundación New America y coautora del libro Tap, Click, Read (Toque, haga clic, lea), sobre el impacto de las nuevas tecnologías en la infancia, lo importante es usar estos aparatos bien. Guernsey entrevistó a decenas de neurólogos, educadores, psicopedagogos, psiquiatras, psicólogos y desarrolladores de tecnologías.
En un curso a periodistas en la Universidad de Columbia, Guernsy afirmó que “si sabemos utilizar bien esta tecnología, podemos tener niños con habilidades en zonas cerebrales que antes se desarrollaban más tarde (especialmente las relacionadas con motora fina)”. Además, con este entrenamiento se logrará que los niños crezcan con habilidades para utilizar estos dispositivos.
“Con los dispositivos móviles como laptops, teléfonos inteligentes y tabletas, pasa lo que primero pasó con la imprenta, luego con la radio y más adelante con la televisión y las computadoras de escritorio: como no lo conocemos y no medimos su alcance, les tenemos miedo a cómo pueda afectarnos”, señala Lisa Guernsey.
Pero otros, como la psicóloga clínica Catherine Steiner-Adair, los niños tienen que saber que la vida es atractiva fuera de la pantalla. “Es sano sentir curiosidad por otras personas, aprender a escuchar. Esto les enseña sobre la inteligencia social y emocional, indispensables para alcanzar el éxito en la vida.”, dice la experta en familia e infancia
En lo que todos coinciden es en que el uso desmedido de medios electrónicos trae consigo considerables efectos negativos en la conducta, el rendimiento escolar y la salud de los niños y también puede disminuir el tiempo destinado a otras actividades importantes para un desarrollo normal. Lo anterior puede tener repercusiones a largo plazo en diferentes aspectos: los niños se pueden exponer a páginas de internet que son a todas luces inapropiadas para su edad, y a peligros como el ciberacoso, el grooming, y el sexting cuando no se ponen límites ni se tiene una vigilancia parental adecuada.
Estos son algunos consejos para el manejo de las pantallas con los hijos.
Ponga límites: Sus hijos necesitan y esperan tener límites, por lo que es fundamental fijarlos. Además hay que mantenerse al tanto sobre qué tipo de plataformas, videojuegos, páginas y aplicaciones visitan, con quiénes interactúan virtualmente y cuáles son sus comportamientos en la red.
Promueva las zonas libres de dispositivos tecnológicos: Restrinja el uso de cualquier tipo de tecnología a la hora de las comidas y demás encuentros familiares y sociales. Recargue los dispositivos de su hijo durante la noche y fuera de la habitación del niño, de esta manera evitará la tentación de usarlo cuando debe estar durmiendo.
Eduque a sus hijos sobre las reglas básicas de privacidad virtual y las personas malintencionadas que rondan por internet: Aunque para algunos padres resulte difícil explicarles a los niños sobre los peligros que hay día a día en internet, es importante que ellos sepan en detalle con qué se pueden encontrar en la red para que tengan claro los riesgos que conlleva la delincuencia cibernética. También es importante que se les inculque cómo ser una cibernauta responsable y consciente.
Descarte completamente a la tecnología como técnica pacificadora: No cometa el error de calmar las reacciones fuertes y los berrinches de sus hijos valiéndose de los dispositivos. Si bien estos pueden tranquilizarlos y distraerlos, deben considerarse como una de las últimas opciones, ya que lo adecuado es enseñarles cómo autocontrolarse, a crear diferentes actividades para controlar el aburrimiento, a resolver los conflictos a través del diálogo y a encontrar otras estrategias para canalizar las emociones.
Fuente: Revista Semana