Calor y conducción, ¡una combinación letal!

Las altas temperaturas afectan la conducción, ocasionando situaciones de peligro. ¿Por qué nos sucede esto?

Conducir largos trayectos en medio de altas temperaturas afecta nuestra concentración, aumentando la posibilidad de accidentes o situaciones peligro. Se ha demostrado que el calor puede ser el causante al menos del 20% de los accidentes de tránsito, ya que provoca una disminución del tiempo de reacción e incrementa el riesgo de cometer errores mientras se está conduciendo.

Para hacernos una idea de lo peligroso que puede llegar a ser, basta decir que una temperatura interior del vehículo entre 35 y 40 grados hace que el conductor deje de percibir entre el 15 y el 30% de las señales de tráfico e incremente sus errores, es decir, los altos niveles de calor pueden equivaler en riesgo a haber consumido cinco cervezas, (indice de alcoholemia de 0,5 gr/l).

La explicación está en que el exceso de temperatura en la superficie corporal se transmite a un área de nuestro cerebro: el hipotálamo, una glándula que además de regular la temperatura corporal, cumple otras funciones como el control de nuestros estados de ánimo, modula el sueño y permite la capacidad de reacción ante circunstancias inesperadas.

En consecuencia, la acción del calor sobre el hipotálamo puede producir fatiga, cansancio, somnolencia, estrés, agresividad y reducción considerable de la concentración.

CONSEJOS PARA EVITAR LOS EFECTOS DEL CALOR AL CONDUCIR 

* Utilice gafas de sol, ropa cómoda y holgada. 

* Baje las ventanas antes de encender el aire acondicionado y espere al menos un minuto para subirlas. 

* Lleve siempre bebidas hidratantes en el auto, especialmente agua. 

* Realice una parada cada dos horas o 200 kilómetros y ante cualquier síntoma de cansancio. Aproveche para realizar estiramientos. 

* Procure estacionar el vehículo a la sombra durante la pausa. Elija comidas ligeras y bebidas sin alcohol antes del viaje.